¿CONOCER A DIOS?

¿COMO SE PUEDE CONOCER A DIOS? ¿DE QUÉ MANERAS?

¿QUÉ NOS PUEDEN DECIR LOS MÍSTICOS,QUE SON AQUELLOS QUE LO HAN EXPERIMENTADO?

¿QUÉ NOS PUEDE DECIR LA FÍSICA CUÁNTICA SOBRE FENÓMENOS COMO LA SINCRONICIDAD Y LA CAUSALIDAD,EN LA QUE PARECE EXISTIR UNA MANO INTELIGENTE?

¿QUÉ PODEMOS AVERIGUAR DE LA ASOMBROSA CAPACIDAD AUTORREGULATORIA DE LA TIERRA Y DE LA VIDA,COMO SI FUESE UN ROBOT CREADO POR UN SER INTELIGENTE?

¿QUÉ PODEMOS APRENDER SOBRE LAS PRUEBAS MÁS CONTUNDENTES SOBRE LA LLAMADA PROVIDENCIA DIVINA,EN QUE EN NUESTRAS VIDAS Y EN EL MUNDO ENTERO ALGO OCURRE QUE SENTIMOS UNA FUERZA PROTECTORA?

¿POR QUÉ NO HA AUMENTADO LA SALINIDAD DE LOS OCÉANOS?

De que la salinidad del agua marina ha cambiado muy poco en cientos de millones —si no son miles de millones— de años hay pruebas comparativamente fiables, tanto directas como indirectas. De lo conocido sobre el nivel de salinidad tolerado por los organismos vivientes que han poblado los mares durante tan dilatados períodos, podemos inferir que, en ningún caso, la salinidad ha podido estar por encima del 6 por ciento (el nivel actual es del 3,4 por ciento) y que, alcanzando simplemente el 4 por ciento, la vida marina se hubiera desarrollado a través de criaturas bien distintas a las reveladas por el registro geológico.

Y, sin embargo, la cantidad de sal que lluvias y ríos arrastran hacia el mar durante cada 80 millones de años es idéntica a toda la sal actualmente contenida en los océanos. Si este proceso hubiera continuado sin trabas no habría hoy océano que no fuera un Mar Muerto, una masa de agua saturada de sal absolutamente hostil a cualquier forma de vida.

Ha de existir, por consiguiente, un medio para ir eliminando la sal a medida que llega. Los oceanógrafos están seguros de ello desde hace mucho y han intentando descubrirlo en varias ocasiones.

Casi todas las teorías se basan esencialmente en mecanismos inorgánicos inertes, aunque ninguna ha obtenido aceptación general. Se ha señalado que la remoción de las sales de sodio y magnesio es uno de los grandes misterios no resueltos de la oceanografía química. Son dos, en realidad los problemas a resolver, porque, en un medio acuoso, los iones positivos— sodio y magnesio— están separados de los negativos —cloro y sulfato— y ha de tratarse cada grupo independientemente. Por lo tanto,el misterio se acrecienta y multiplica.

Para complicar aún más las cosas, la cantidad de iones sodio y magnesio que el lavado continental aporta a los mares es superior a la de iones cloro y sulfato; el exceso de carga positiva debido a la mayor cantidad de iones sodio y magnesio queda compensado mediante iones aluminio y silicio, cargados negativamente.

Se ha sugerido provisionalmente que el sodio y el magnesio son arrastrados a los fondos oceánicos con la lluvia de detritos que incesantemente se precipita sobre ellos, pasando a formar parte del sedimento o combinándose con los minerales del lecho oceánico. Hasta la fecha se carece de pruebas confirmatorias de cualquiera de las dos posibilidades.

Por lo que respecta a la remoción y destino de los iones cloro y sulfato, negativos, se aduce un mecanismo completamente diferente. En los brazos de mar aislados —el Golfo Pérsico, por ejemplo—, se evapora mayor cantidad de agua que la ingresada por la lluvia o por los ríos. Si la evaporación se prolonga lo necesario, las sales cristalizan en grandes depósitos, que los procesos geológicos se encargarán eventualmente de cubrir y enterrar. Estos grandes mantos de sal aparecen bajo las plataformas continentales y en algunos casos también en la superficie.


Pero para los creyentes,ver la mano de Dios en ello no debería resultar dificultoso. ¿Que podría impedir el aumento constante de la sal en los océanos,cuando lo lógico es que el agua de los mares tuviese en estos momentos la salinidad del Mar Muerto y ser imposible toda clase de vida? las algas,por ejemplo,ayudan en la formación de nubes que evitan un calentamiento excesivo del planeta y que producen la lluvia. Tambien ayudan a que podamos abosorver yodo,que nuestro cuerpo no fabrica suficientemente,y sin el cual moriríamos.







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