POR ALGO EXISTEN LAS ALGAS

Dentro de la asombrosa capacidad de la Tierra,nuestro hogar,de autorregularse (o de ser regulado),ya se ha mencionado el alimento que absorbemos los vertebrados,el yodo,el cual es imprescindible para la vida y que nuestro cuerpo fabrica poco. Lo absorbemos gracias a una sustancia,el yoduro de metilo,que desprenden la algas y que al llegar a la atmósfera,libera yodo,baja a la tierra y nosotros lo absorbemos,como su fuese un maná que cae del cielo.

Pero esa no es la única utilidad que tiene las algas marinas,esas cintas vegetales,que a muchos les resulta desagradable,pero que todos deberíamos amar,teniendo en cuenta lo buenas y serviciales que son con todos nosotros. Ni la más dulce madre nos da tanto como ellas.

Y es que las algas son también una grandes reguladoras del clima,haciendo que no haga ni mucho frío ni mucho calor. De hecho,las nubes existen gracias a las algas, Y las nubes impiden una masiva entrada de calor a la Tierra procedente del sol. Y es que las algas liberan a la atmósfera terrestre dimetil sulfuro (DMS),,y este gas estimula la formación de los núcleos de condensación para el vapor de agua,lo que a su vez eleva la concentración nubosa,que logicamente oscurecen la superficies terrestre permitiendo que desciendan las temperaturas y el calor que llega del sol no sea excesivo. Todos sabemos que en las zonas con escasa nubosidad y humedad,se forman desiertos.

Pero de la misma manera que el calor hace crecer y multiplicarse las algas en los océanos,el frío dificulta su proliferación,por lo que disminuye la producción de dimetil sulfuro,se forman menos nubes y comienza una nueva escalada térmica.

Es como si se tratase de un péndulo que sin parar,sigue el ciclo de moverse de un lado a otro,sin que jamás se pare. Solo que un péndulo es algo artificial y sencillo,y de lo que aquí hablamos es un sistema infinitamente complejo que durante millones de años ha regulado la temperatura terrestre,evitando que el planeta se un desierto de arena o de hielo. De nuevo,el mundo-reloj.