La idea de un Dios creador se muestra presente en casi todas las religiones y culturas del mundo. Incluso en grandes religiones politeístas como el hinduismo creen el Brahmán (no confundir con el dios Brahma),que sería la divinidad suprema,creadora e inabarcable. Los dioses menores serían los encargados de intervenir en los asuntos humanos,ya que el Brahmán estaría por completo alejado de la humanidad,pero todo muerto al romper el ciclo de reencarnaciones se uniría a él.
En las religiones tribales de Africa,Australia,el Pacífico y América,hay también una creencia en un ser supremo y creador,superior a los demás dioses. Siempre tiene un nombre propio. Incluso en la religión grecorromana y en las extintas religiones de Egipto,Babilonia y Sumeria,formadas por un panteón de dioses más o menos con el mismo poder y encargado cada uno de un elemento de la naturaleza,siempre había uno que sobresalía sobre los otros.
Todos los dioses menores y los dioses supremos tienen un nombre propio. Dentro de la religión cristiana,musulmana y judía,al Ser Supremo se le llama con lo que es en si mismo: Dios. En todos los idiomas hablados por los creyentes de estas religiones,lo llaman Dios. No tiene nombre propio. El término Yahveh o Jehová con el que se identifica al Dios del Antiguo Testamento o Tanaj judío,es solo una variación del término "Yo Soy". Pero los judíos no utilizan este nombre,sino Eterno o Elohim (Señor). De hecho consideran estos nombres una falsedad de las traducciones de las biblias cristianas. El nombre Allah no un nombre propio,sino simplemente Dios en árabe.
En las lenguas románicas proviene del latín Deus. En otros idiomas antiguos era Devah en sánscrito,Zeus en griego clásico,Dyaus en védico,Dyonisos en tracio,Dievas en báltico,Duw en celta,Divu en eslavo,Daeva en persa (aunque término refiriéndose a los demonios)...todos estos idiomas lo nombraban de una manera muy similar. Todos eran idiomas provenientes del indoeuropeo,idioma de los que surgieron todas las lenguas que van desde Europa hasta el norte de la India (con la excepción del vasco,el húngaro,el finés,el estonio,el turco y lenguas derivadas). Todos estos nombres derivaban de como el indoeuropeo llamaba a la divinidad. Y el nombre utilizado era Daiwos,que quiere decir "El Luminoso".
Los indoeuropeos consideraban ya entonces a su divinidad suprema como un ser luminoso. Coincide con el arquetipo que suele representar a Dios como alguien hecho de luz. La llamada "estética de la luz" que imperaba en las catedrales e iglesias construidas en la Edad Media se fundamentaba en la idea de que Dios era Luz,y dichas construcciones se caracterizaban por grandes ventanales con vidrieras de numerosos colores para que la luz del sol ofreciese un espacio luminoso y colorido. Que Dios es Luz es algo que los místicos saben,ya que así lo sentían y experimentaban,que Dios era Luz.
Los indoeuropeos,por el motivo que fuese,identificaban a Dios con una luminosidad,y asi le llamaron. La luz es un arquetipo universal positivo. La luz nos permite ver,hace que los colores aparezcan,da forma a nuestro mundo. Sin luz solo hay tinieblas,todo es negro,nada podemos ver. La luz es algo bello,cálido,acogedor... La luz es también energía,formada por fotones. Los indoeuropeos,cuando llamaron "Luminoso" a Dios,lo verían así: como un ser lleno de calidez,belleza y acogida.Daiwos era así para el pueblo madre de las lenguas y culturas europeas e indostánicas del norte.
Nada que ver con el ser hecho de fuego abrasador que todo lo quemaba o el ser antropomorfo,colérico y tiránico,que nos han querido vender.Del pueblo que surgieron las lenguas y la mentalidad que han formado la cultura occidental,a través del pensamiento griego,el derecho romano (y la aportación no indoeuropea de Israel),deberíamos aprender esto
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